Compromisos oficiales

Mmmm, después de superar con éxito mis agujetas en las piernas y lo brazos tras lo de la bicicleta (los brazos... nunca sabré por qué tenía agujetas en los brazos), ha llegado una semana de lo más estresante.

En el trabajo una cantidad de curro impresionante, aunque creo que está mal repartido. Aquí estamos las dos pringadas de turno con una cantidad de proyectos impresionantes mientras nuestro jefe sólo lleva uno y aun así se siente desbordado... Tiene narices la cosa! Ayer un poco más y me lo cargo, pero por suerte tras unos minutos de cabreo considerable logré calmar mis ánimos y pensar: oye, si quiere que lo haga a su forma, lo hago, pierdo la mañana, sé que no voy a obtener resultados positivos, pero sigo órdenes del gran máster del universo... Y efectivamente, NO OBTUVE RESULTADOS!!! jejejeje. En el fondo me alegré un poquito.

Ah!!! Y el miércoles fue mi santo... No es que sea religiosa ni nada de esto, más bien materialista, y me parece que lo sigo celebrando por las 4 tonterías que me regalan: una bufanda chulísima, mi colonia favorita (mmmm) y un pijama (¿he dicho que soy una fanática de los pijamas de invierno? Pues sí, cada uno tiene sus cosas y la mía es esta... debo tener como 15 o 20!!!).

Y el martes quedé con N y Ll, dos antiguos compañeros del otro trabajo, dos cielos de persona... De aquellas personas que realmente valen la pena, y nada, nos estuvimos poniendo al día sobre los últimos acontecimientos en la otra empresa (es de aquellas empresas surrealistas total, algún día explicaré alguna historia...) y de nuestras respectivas vidas y, como siempre, quedó pendiente organizar una cenita de antiguos coleguillas, que entre pitos y flautas se ha aplazado hasta el día 25 de noviembre (si es que estamos ocupadosssssssss!!!!).

Y nada... esto es todooooo amigosssssss.... Seguiremos informando...